Champions League: Último round en Lisboa

La Habana, 23 ago (Prensa Latina) Aunque sin el murmullo de los aficionados en las gradas, el cuadro de finalistas de la Liga de Campeones advierte hoy un epílogo de infarto, con un fútbol de altos quilates.


Tal matiz sensacionalista sirve para ensalzar el engranaje colectivo cuasi perfecto del Bayern Múnich y el nivel individual de los miembros del París Saint-Germain.


Queda pendiente la batalla final del domingo 23 de agosto en el Estadio da Luz, en Lisboa, capital de Portugal.


Se trata de dos equipos que buscan convertir en realidad el sueño de todos sus semejantes: una temporada impecable, después de lucir inmensos en Alemania y Francia, con dominios absolutos en sus competiciones domésticas (Ligas y Copas).


El Bayern luce imbatible: pólvora en ataque (Robert Lewandowski), toque fino y músculo en el mediocampo (Thiago Alcántara y LeonGoretzka), velocidad y experiencia en el sector defensivo (Alphonso Davies, David Alaba, Jerome Boateng yJoshua Kimmich) y máxima seguridad en la portería (Manuel Neuer).


Todo ese talento bajo la guía de Hansi Flick, un hombre que comenzó el curso como segundo entrenador, tomó las riendas de la nómina en noviembre y entró a la historia como el autor intelectual de la masacre de Lisboa -entiéndase el arrollador 8-2 sobre el FC Barcelona.


Un cuadro que no quiere despertar de su fantasía europea y se aferra a su solidez para sellar una Champions en la cual ya establecieron récord de 10 victorias consecutivas desde la fase de grupos.


Además, el club anhela reeditar el triplete celebrado en la campaña 2012-2013, última vez que calcularon el peso de la «Orejona» -trofeo del certamen.


Y sí, la selección bávara es favorita, porque también tiene de su lado el poder de la tradición,  algo que suele mover balanzas. Empero, delante tendrá el proyecto millonario de los parisinos, que a golpe de talonario logró reunir la calidad necesaria para atemorizar en suelo europeo y acceder -al fin- a su primer cierre de Liga de Campeones.


Tener en labores ofensivas a Neymar Jr. y Kyliam Mbappé, así como a un Ángel Di María en estado de gracia, es sinónimo de peligro extremo.


Por demás, la experiencia de Marquinhos y Thiago Silva sugiere sobriedad en la zona media y la zaga. No obstante, a priori, no parece que eso sea suficiente como para convertirse en el segundo plantel francés en titularse en este programa, tras el Olympique de Marsella en 1993 (1-0 versus AC Milán).


Así, todo está listo para una auténtica guerra del domingo y los equipos utilizarán sus armas en pos del éxito, porque los segundos lugares no cuentan en Champions y el perdedor sentirá que habrá arado en el mar. La gloria solo será para uno, el fútbol se permite tal plasticidad.

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